Testimonios

Conoce sobre la experiencia de mis pacientes

Llevaba años con la sensación de que todo el mundo se aprovechaba de mí, de que la gente no me respetaba, de que la gente era mala y lo que me ocurría era injusto. Mis problemas de ansiedad iban en aumento. Gracias a las sesiones con Natalia aprendí a “ponerme en mi sitio” y a decir “no” de una forma asertiva y con calma. He perdido la sensación de vulnerabilidad, que me llevaba acompañando toda la vida. He cambiado la forma en la que me relaciono con la gente. La ansiedad ahora es cosa del pasado.
Mónica
Mi vida era una angustia continua. Por el día me inundaban las preocupaciones y por las noches me mataba el insomnio. He dejado atrás el miedo a la incertidumbre y la necesidad de controlar todo. Por fin puedo escuchar mis necesidades y disfrutar de mi vida al mismo tiempo que continúo siendo responsable.
Patricia
Gracias a Natalia superé el estrés postraumático por una relación violenta del pasado. Los recuerdos eran insoportables y evitaba salir a la calle. Me parecía imposible superarlo. Soporté 15 años de sufrimiento y crisis de ansiedad hasta pedir ayuda. Ojalá la hubiera pedido antes. ¡Qué bien se está cuando se está bien!
Sofía
Relacionarme con mi padre siempre fue difícil para mí. Estaba muy rencoroso
por su educación autoritaria. Antes del tratamiento con Natalia evitaba hablar con mi padre o acababa reprochándole cosas y discutiendo. En poco tiempo aprendí que ahora que soy adulto, puedo relacionarme desde otro modo que no me hace daño, verle con compasión y disfrutar de la relación.
Ricardo
Mi pareja y yo nos volvíamos locos con nuestro hijo de 8 años. Nos agobiaba que no consiguiéramos disciplinarlo. Buscábamos varitas mágicas para cambiar a nuestro hijo y nos encontramos que éramos nosotros los que teníamos que hacer ajustes en la forma en la que reaccionábamos ante su comportamiento. Natalia nos ayudó a entender el momento evolutivo de nuestro hijo, la importancia de cuidar la relación y de poner unos límites amorosos. Encontramos todo lo contrario a lo que buscábamos, pero tras seguir sus orientaciones la convivencia en casa en más armoniosa. Otro beneficio que encontramos sin buscarlo, fue que la relación de pareja mejoró al dejar de discutir por el niño.
Montserrat
Nuestra relación de pareja se deterioró a raíz del nacimiento de nuestro hijo. Con las sesiones aprendimos a mirarnos de nuevo desde lo que necesitamos en vez de desde el reproche. Aprendimos a cuidar la relación al mismo tiempo que cuidamos de nuestro hijo.
Matías

Conoce sobre la experiencia de mis pacientes

Llevaba años con la sensación de que todo el mundo se aprovechaba de mí, de que la gente no me respetaba, de que la gente era mala y lo que me ocurría era injusto. Mis problemas de ansiedad iban en aumento. Gracias a las sesiones con Natalia aprendí a “ponerme en mi sitio” y a decir “no” de una forma asertiva y con calma. He perdido la sensación de vulnerabilidad, que me llevaba acompañando toda la vida. He cambiado la forma en la que me relaciono con la gente. La ansiedad ahora es cosa del pasado.
Mónica
Mi vida era una angustia continua. Por el día me inundaban las preocupaciones y por las noches me mataba el insomnio. He dejado atrás el miedo a la incertidumbre y la necesidad de controlar todo. Por fin puedo escuchar mis necesidades y disfrutar de mi vida al mismo tiempo que continúo siendo responsable.
Patricia
Gracias a Natalia superé el estrés postraumático por una relación violenta del pasado. Los recuerdos eran insoportables y evitaba salir a la calle. Me parecía imposible superarlo. Soporté 15 años de sufrimiento y crisis de ansiedad hasta pedir ayuda. Ojalá la hubiera pedido antes. ¡Qué bien se está cuando se está bien!
Sofía
Relacionarme con mi padre siempre fue difícil para mí. Estaba muy rencoroso
por su educación autoritaria. Antes del tratamiento con Natalia evitaba hablar con mi padre o acababa reprochándole cosas y discutiendo. En poco tiempo aprendí que ahora que soy adulto, puedo relacionarme desde otro modo que no me hace daño, verle con compasión y disfrutar de la relación.
Ricardo
Mi pareja y yo nos volvíamos locos con nuestro hijo de 8 años. Nos agobiaba que no consiguiéramos disciplinarlo. Buscábamos varitas mágicas para cambiar a nuestro hijo y nos encontramos que éramos nosotros los que teníamos que hacer ajustes en la forma en la que reaccionábamos ante su comportamiento. Natalia nos ayudó a entender el momento evolutivo de nuestro hijo, la importancia de cuidar la relación y de poner unos límites amorosos. Encontramos todo lo contrario a lo que buscábamos, pero tras seguir sus orientaciones la convivencia en casa en más armoniosa. Otro beneficio que encontramos sin buscarlo, fue que la relación de pareja mejoró al dejar de discutir por el niño.
Montserrat
Nuestra relación de pareja se deterioró a raíz del nacimiento de nuestro hijo. Con las sesiones aprendimos a mirarnos de nuevo desde lo que necesitamos en vez de desde el reproche. Aprendimos a cuidar la relación al mismo tiempo que cuidamos de nuestro hijo.
Matías